Me tienden una mano, la miro de reojo, la suelto y vuelvo a caer.
Me toman de la otra, la muerdo y elijo otra vez caer.
Voy cayendo, de a ratos gravitando, me encierra una nube, la soplo, sonrío y sigo cayendo.
Casi por tocar fondo, me soplan, me elevan, dejando atrás las nubes el sol casi me quema, la luz me hace desvariar, mi mente se deja llevar y vuelta al ciclo que comienza otra vez.