domingo, 8 de agosto de 2010

Te extraño, a cada paso desierto.
Siento la necesidad de recordarte,
cuánto nos divertíamos, uniendo nuestros cuerpos.
Veo miles de paisajes en blanco y negro
donde solíamos estar y brillaban los colores.
Tengo una carta guardada, espejo de tu alma,
del amor que sentimos alguna vez.
Cientos de caricias en espera
ansiosas de tu vientre, víctimas del recuerdo.
Canciones que te aguardan, pañuelos que consuelan
la falta que me haces.
Pienso, te dibujo en la pared, rastros del silencio que no llego a comprender.
Callo tu nombre, te evito en mi mente,
mi corazón se inquieta, no esconde lo que siente.
Si supieras lo que anhelo, el reencuentro de las miradas,
que en el pasado no esquivamos.
Todo huele a nostalgia, la respiración cada vez más me hace falta,
nos hallo tan distantes, tan lejos de empezar otra vez.




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